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GESTIÓN DE RESIDUOS EN EL PERÚ

24 Septiembre, 2019

No todos los residuos son basura. Hay residuos que se pueden segregar y reciclar. Sin embargo, en nuestro país la implementación de un sistema óptimo de segregación de residuos aún está en proceso.

Según el Decreto Legislativo 1278, Ley de Gestión Integral de Residuos Sólidos, las municipalidades provinciales y distritales son responsables por la gestión de los residuos sólidos de origen domiciliario, especiales y similares en el ámbito de su jurisdicción. En el Perú se genera 19 mil toneladas de residuos sólidos al día (Minam, 2019a). Casi 7 millones de toneladas de residuos municipales al año, de los cuales solo el 48% termina en alguno de los 34 rellenos sanitarios.

Un relleno sanitario es una instalación destinada a la disposición sanitaria y ambientalmente segura de los residuos sólidos en la superficie o bajo tierra, basados en los principios y métodos de la ingeniería sanitaria y ambiental.

En cálculos hechos por la ONG Ciudad Saludable en el 2017, 3640 000 toneladas de residuos terminan en los más de 1580 botaderos y vertederos que hay en el país, generando problemas de calidad ambiental y de salubridad (Minam, 2018). 

Una de las razones por las que aún no tenemos la cantidad de rellenos sanitarios que necesitamos radica en que el trámite de autorizaciones para la implementación de infraestructura de residuos sólidos es complejo y toma varios años. Por otro lado, como muchas personas no pagan sus arbitrios a la municipalidad, no hay presupuesto para realizar este servicio de la mejor manera. Al pagar tus tributos ayudas a que tu municipio pueda invertir en una adecuada gestión de residuos sólidos que incluye educación ambiental, recolección selectiva, transporte, tratamiento y disposición final.

Dada la poca infraestructura que existe, el reciclaje que hagamos en nuestras casas y oficinas es clave. A nivel formal solo se recicla el 1.9% del total de residuos sólidos reaprovechables (plástico, vidrio, cartón, entre otros). Para Ciudad Saludable, el 55% de los residuos sólidos es materia orgánica y el 29% es aprovechable (papel, cartón, plástico, etc.). Si cada uno de nosotros hiciera compost en casa y reciclara (papel, cartón, metal, plástico y otros), generaríamos cuatro veces menos desperdicios. Eso significa menos camiones de basura en el tráfico, menos energía desperdiciada, menos contaminación, menos gases de efecto invernadero emitidos al ambiente, además de tener abono para nuestras plantas.