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Ley de plásticos: ¿y ahora qué?

24 Septiembre, 2019

Tras un largo proceso de incidencia y consenso entre el Ejecutivo, la sociedad civil y el Congreso, el 19 de diciembre de 2018 se publicó la “Ley que regula el plástico de un solo uso y los recipientes o envases descartables”.

Con la aprobación de la Ley de Plásticos, Perú se convirtió en el segundo país de América del Sur en establecer un régimen legal para la fabricación, distribución y consumo de plástico, como estrategia para combatir la contaminación por plásticos de un solo uso. El proceso que siguió la aprobación de esta ley refleja la necesidad de una comunicación transparente, participativa e informada para la toma de decisiones. También demuestra que el trabajo sinérgico entre los actores del Estado puede derivar en acciones favorables para el país. Ahora, lo que se espera es la reglamentación e implementación de la ley. Por eso, repasaremos algunos puntos clave y lo que nos espera como consumidores:

El Estado se deberá equipar con nuevas y mejores tecnologías 

Como hemos mencionado, esta Ley promueve que el Instituto Nacional de Calidad (Inacal) apruebe normas técnicas que permitan conocer y diferenciar los plásticos que son reutilizables, biodegradables y 

compostables, de los que sí generan contaminación por su fragmentación. El gran reto será equipar con infraestructura y recursos humanos a las autoridades responsables y poner en práctica los procedimientos científicos necesarios para la comprobación de los siguientes estándares técnicos: reutilizabilidad, biodegradabilidad y compostabilidad. 

En la actualidad, no existen laboratorios estatales que contribuyan a este proceso. En ese sentido, el Estado tiene la gran responsabilidad de fortalecer sus capacidades científicas y técnicas.

La reducción será progresiva e incentivará nuevos núcleos de negocios. 

La norma solo es de aplicación a los plásticos de un solo uso, como las bolsas o sorbetes, cañitas y envases de poliestireno (conocido como tecnopor), que no sean reutilizables. Con la finalidad de disminuir el uso de estos plásticos de un solo uso, se han establecido plazos progresivos para regular su reducción y que las empresas y la sociedad se vayan adaptando al cambio. También existen excepciones. Por ejemplo, sí se podrá seguir usando estos plásticos de un solo uso para contener alimentos a granel o de origen animal, por razones de higiene, salud e inocuidad. Estas excepciones deberán ser delimitadas y esclarecidas en la regulación. 

Uno de los objetivos de esta norma es incidir en los hábitos de consumo y promover la producción y uso de productos que sean más sostenibles. Para ello, la ley introduce nuevos conceptos sobre la composición de los plásticos y crea un nuevo impuesto al consumo de las bolsas de plástico de un solo uso. La idea es que haya un desincentivo para las bolsas de plástico de un solo uso y, por otro lado, que los productos que se promuevan como reutilizables o biodegradables cumplan con ciertas condiciones técnicas que serán definidas mediante normas técnicas del Inacal.  

De esta forma, se espera promover el tránsito hacia una industria más sostenible y moderna, brindando la oportunidad a las empresas de adecuarse al cambio gracias a que los plazos son progresivos.

Aún existe un gran sector de la industria informal del plástico que no es controlada.

Uno de los mayores desafíos que tiene el Gobierno para la implementación de la ley es la presencia de industrias informales. A pesar de que las empresas formales podrán adecuarse a estos nuevos retos, todavía más del

50% de bolsas de plástico en el mercado seguirá siendo producido por empresas informales. En este sentido, la lucha contra la producción informal del plástico será uno de los ejes sobre los cuales el Gobierno deberá prestar mayor atención cuando esta se implemente. 

Por otra parte, debemos recordar que la implementación otorga competencias a las autoridades de los tres niveles de Gobierno para poder fiscalizar la venta y disposición de los plásticos de un solo uso y de los envases que están siendo regulados. Sin embargo, debido al poco financiamiento, es una realidad que las autoridades no cuentan con una gran capacidad de gestión y de despliegue. Específicamente, el reto de los gobiernos locales y de las municipalidades provinciales y distritales constará en alinearse a los esfuerzos de las autoridades nacionales para poder asegurar el cumplimiento de la Ley. Luchar contra la informalidad del mercado de los plásticos será uno de sus principales desafíos. 

A pesar de todo lo anterior, es innegable que el éxito de esta Ley también dependerá de las oportunidades que encuentren las empresas que quieran sentar las bases del cambio y del comportamiento de los consumidores. Este es nuestro momento para dejar de lado el plástico de un solo uso y optar por opciones más sostenibles y conscientes. 

La ley en 10 puntos

1. ¿Ya está vigente?

La ley ya está en vigencia. En junio, el Ministerio del Ambiente (Minam) publicó el reglamento, que regirá desde agosto del 2019.

2. ¿Qué regula?

La norma regula el uso de plástico de un solo uso, otros plásticos no reutilizables y recipientes o envases descartables de poliestireno expandido (comúnmente conocido como tecnopor en el Perú) para bebidas y alimentos de consumo humano en todo el país. 

Se exceptúa las bolsas para el traslado de alimentos a granel o de origen animal, o las que se justifique su uso por razones de asepsia e inocuidad, limpieza, higiene o salud. Tampoco aplica a las cañitas que se dan en hospitales y clínicas. 

3. ¿Qué prohíbe en un plazo de 120 días y en 12 meses?

En 120 días prohíbe la venta, compra y uso de plásticos de un solo uso (bolsas, cañitas y envases de poliestireno expandido) en las áreas naturales protegidas, playas, museos, áreas declaradas como Patrimonio Natural o Cultural de la Humanidad y organizaciones estatales. Además de     la entrega de publicidad impresa y diarios en envolturas de plástico. 

En 12 meses prohíbe la fabricación para el consumo interno, importación, distribución, entrega, comercialización de cañitas, salvo aquellas que sean necesarias para la asistencia médica. También prohíbe las bolsas plásticas con un área menor a 900 cm² y de menos de 50 micras, así como las que no sean no biodegradables (especificando que no basta con las que tienen aditivos que las fragmentan en microplásticos como las oxodegradables), y cañitas, salvo aquellas que se necesiten por temas de salud.

4. ¿Qué prohíbe en un plazo de 36 meses?

La entrega en supermercados, autoservicios, comercios en general y almacenes de bolsas de plástico no reutilizables, que tienen que ser reemplazadas por bolsas reutilizables u otras cuya degradación no genere microplásticos. Además, prohíbe que estos establecimientos entreguen gratuitamente bolsas desde la entrada en vigencia de la ley. Por ello, se recomienda comprar bolsas reutilizables porque a largo plazo será un ahorro para tu bolsillo y contribuirás con la salud del planeta.

La fabricación, importación y comercio de bolsas, platos, envases de poliestireno expandido (conocido comúnmente como tecnopor), vasos y otros utensilios que no sean biodegradables o reutilizables.

5. ¿En qué consiste el impuesto a las bolsas?

La norma crea un Impuesto al Consumo de Bolsas Plásticas (además de ponerle un precio al mismo producto), que será de S/ 0.10 en el 2019 y aumentará en 0.10 céntimos por año, hasta llegar a 0.50 para el 2023. Esta es una práctica que ya se ha mostrado bastante efectiva cuando se ha aplicado en el Reino Unido, Colombia y otros países.

6. ¿Qué sucede con las botellas plásticas?

En el caso de las botellas plásticas para gaseosas, champú y otros artículos de aseo personal, se da un plazo de 36 meses para que tengan que incluir 15% de PET reciclado en la composición de la botella. 

7.  ¿Qué instituciones están involucradas?

Los ministerios del Ambiente, Educación y de la Producción,

los gobiernos regionales y las empresas deben desarrollar estrategias de sensibilización sobre el tema. En esto podemos ayudar todos. Mientras más sepamos sobre el tema, podremos contribuir a difundir la información.

8. ¿Quién se encarga de verificar la calidad de las bolsas biodegradables?

El Instituto Nacional de Calidad (Inacal) es el encargado de definir todos los conceptos y normas técnicas que son el fondo de esta Ley. Es decir, definirá qué califica a una bolsa como reutilizable y verdaderamente biodegradable. Un reto que acompaña esta norma es contar con los equipos, laboratorios y capacidades para poder hacer las pruebas respectivas y confirmar que los productos que se importen y fabriquen sean realmente biodegradables. 

9. ¿Por qué las empresas deben ingresar a un registro?

La norma crea un Registro de Fabricantes, Importadores y Distribuidores para mejorar la fiscalización y formalización. Quienes ya estén en el negocio tienen 120 días para registrarse. Este registro es gestionado por el Minam, Produce, Sunat y Aduanas. Asimismo, define qué fiscaliza y supervisa cada una de las entidades. Las tipificaciones y sanciones serán definidas en el reglamento.

10. ¿Qué le toca a las empresas y LA ciudadanÍA?

La ley es un gran paso. Pero, aprovecharla para que sea efectiva depende de todos. Hay mil oportunidades de negocios que se van a generar. Aprovechemos el momento para hacer la transición que queremos, nos merecemos y necesitamos. Las empresas y la ciudadanía tenemos que dar el ejemplo y ser consecuentes con nuestras acciones.